miércoles, 23 de septiembre de 2015

Boquerones en vinagre


Una de las tapas que mas me gusta porque está para chuparse los dedos son los Boquerones en vinagre, los de toda la vida, la mítica tapita, junto con las aceitunas... Una cañita bien fría y unos boquerones y la felicidad está asegurada un rato. 
Su preparación se hace en varias etapas, debido a que hay que congelarlos previamente a su elaboración por razones de seguridad por el anisakis, ya que es un pescado que no se va a cocinar con calor.
Los pasos son muy sencillos y con un poco de paciencia tomaremos unos ricos boquerones como los que nos ponen en las tascas; Que digo, mejores, porque los habremos preparado con mimo!!!
Para su conservación, es importante que se queden cubiertos en el aceite de oliva, los tapéis y los guardéis en la nevera. Y ya está, durante una temporada tendréis asegurada la tapa mas molona! :D

Ingredientes:

800 grs. de boquerones grandes
Vinagre de vino blanco
Sal
Aceite de oliva virgen extra
2 dientes de ajo
Perejil

Preparación:

Lo primero es limpiar bien los boquerones, lavarlos con agua fría y quitarles las tripas, las espinas y la cabeza.
Una vez limpios los abrimos a la mitad y separamos los dos filetes.
Los escurrimos con mucho cuidado y los congelaremos durante 48 horas.

Una vez pasado ese tiempo los dejaremos descongelar y los colocaremos en un recipiente de cristal o de cerámica en el que haya bastante espacio y no queden demasiado amontonados. Yo por ejemplo los repartí en dos.
los salamos un poco y los cubrimos con vinagre.  
Los dejamos reposar así durante 6 horas.




Pasadas las seis horas escurrimos el vinagre.
Iremos colocándolos en un recipiente, en el que los vayamos a dejar guardados. Ahí iremos colocando la primera capa de boquerones, les echamos una pizca de sal, un poquito de ajo picado muy finamente, o machacado en un mortero con perejil fresco, y por último un buen chorro de aceite de oliva virgen extra. 
Iremos colocando capas sucesivamente hasta terminarlos, y entre capa y capa pondremos los condimentos, como en la anterior, pero terminando con una de aceite casi hasta cubrirlos.

Los dejaremos otras 24 horas en la nevera, y una vez pasado ese tiempo... ¡Listos!
Eso si, para tomarlos es mejor que estén a temperatura ambiente, así que recordar sacarlos de la nevera un buen rato antes.